<i>“La poesía es como meditación guiada – mindfulness – porque requiere lectura lenta, pide reflexión, implica a todos los sentidos, llama a nuestros sentimientos y nos regala esos momentos de presencia en el aquí y ahora.</i><br /><b><i>#peacefulness</i></b><i> es un homenaje a la naturaleza y a los pequeños detalles y momentos que hacen la vida tan grande. A lo diminuto en lo inmenso que está allí en toda su esencia… siempre. He querido iluminar la generosidad de matices que la tierra nos regala todos los días del año enriqueciendo nuestra vida si paramos un momento a mirar y escuchar – mirar viendo y escuchar oyendo.”</i><br /><br /><b>Anna Åström</b> nació en Suecia y vivió una infancia muy integrada a la naturaleza, de la que vela recuerdos como tesoros en pequeñas imágenes y grandes sensaciones. <br />Recuerdos como la luz del bosque de hayas detrás de la casa y del riachuelo con el pozo negro sin fondo. Recuerdos como el lago donde cogía cangrejos en noches de verano iluminados por el sol de medianoche y donde patinaba sobre hielo negro en invierno.<br />Aparte de disfrutar del campo con su espacio enorme y su tiempo eterno se pasaba horas dibujando, escribiendo, pintando,… y con 16 años tuvo su primera exposición monográfica; una combinación de letra e imagen – poesía y pintura.<br />Ahora vive en España rodeada de madroños y jaras y a la sombra de una gran encina tiene un pequeño taller donde crea joyería de plata, pinta miniaturas de acuarela y escribe.<br />Anteriormente ha escrito un poemario en sueco y dos en español, de estos dos el segundo nominado al premio Circulo Rojo de poesía. También ha editado un ensayo de pequeñas reflexiones sobre la educación, su poder y sobre cómo vivir presente el día a día junto con los niños dando importancia a por ejemplo el respeto, la empatía y la creatividad.<br />Este libro incluye el poema “El espejo”, ganador del <i>II Certamen Internacional de Poesía “Mujer y madre”</i> organizado por la Asociación de Escritores de Asturias y MundoArti.
